“Cuando se habla de sustentabilidad, básicamente se habla de equilibrio y de equidad.”
El asentamiento sobre dunas implica el compromiso del sostenimiento de sus funciones ambientales, entendidas éstas no sólo como soporte para la ocupación, sino comprendiendo sus funciones ecológicas y sus valores paisajísticos (Del Río et al. 2009).
Hablamos de balancear los aspectos productivos con los servicios ambientales, pensando en el corto, mediano y largo plazo. Incorporar la variable ambiental a la generación de suelo urbano nos lleva a pensar entonces en cuales son los servicios ambientales que debemos conservar, ejemplo:
flujo y calidad de agua,
conservación de la biodiversidad,
capacidad de captación de carbono atmosférico,
calidad del paisaje,
valores culturales.
La visión antropológica de la naturaleza nos permite decir que el aporte del hombre en la apropiación del paisaje trasciende el campo territorial para situarse en una dimensión cultural. Así, la génesis de Pinamar deja en claro la impronta espacial que hemos recibido como herencia, la cual ha generado un modelo de habitar, o estilo de paisaje urbano, suma de condiciones naturales más la culturalización de la naturaleza, que denotan una lógica de alto valor agregado.
En el proyecto original se explicita que: “se trata del trazado de una ciudad jardín, hecho en forma irregular siguiendo los desniveles del terreno…”. La cita literal Ciudad jardín, nos remonta a principios del siglo XX cuando Sir Ebenezer Howard, (teórico londinense) elabora una serie de principios de ordenamiento básico de ciudades abriendo un campo novedoso para la época acerca de la identidad y estructura de la ciudad. La imagen general de Ciudad jardín, remitía a la búsqueda de un modo de vida que devolviera a los individuos al contacto con la naturaleza.
Si bien podemos afirmar el éxito logrado frente a esta lógica productiva, hoy, frente al paradigma de la sustentabilidad es necesario replantearse si sigue siendo válido tal y como lo conocemos o merece la profundización conceptual del mismo a partir de lo planteado como criterios de sustentabilidad.
De allí que consideramos oportuno y necesario poner en agenda la temática de reconceptualización del paisaje., el cual consideramos debe plantearse manteniendo el carácter de ciudad jardín enunciado anteriormente, con la madurez necesaria sobre la concientización de los servicios ambientales que presentan cada uno de los factores que lo componen.
Entonces reconceptualizar el paisaje en Pinamar estaría definido básicamente por las siguientes cuestiones:
1) conservación de biodiversidad.
2) generación de una nueva forma de jardines (con optimización de uso de riego).
3) Evaluación de las especies utilizadas para la fijación de médanos.
Esto trae aparejado interpretar el verde dentro de la ciudad en un sentido mas amplio que el paisajisitico, recategorizando sus funciones primordialmente ambientales.
Maria Celeste Siccardi,
Arquitecta
m. Gestion ambiental del Desarrollo Urbano.