Casa Bosque Fresno

Ubicada en Carilo, esta obra fue sentida como una escultura que se integraba al bosque.

Un respeto profundo por lo genético del paisaje, por lo que implica habitar los médanos y el bosque, que trasciende el hecho arquitectónico en si y convierte a la obra de arquitectura en una estructura artística basándose en sus principios de vitalidad y estética.

La gestión del espacio, la luz natural, las texturas y la paleta de colores convierten a las rectas en sugerentes y sensuales integrándolas al organismo que es la obra de arquitectura.

Cuando el contexto se hace texto y la obra de arquitectura actúa como agente de cambios en el individuo provocando reflexiones, dinamismos, sectores de expansión y sectores de calma en un dialogo permanente entre el afuera y el adentro.

Es una obra que invita a conectar con lo sensorial, profunda, reveladora desde lo simplicidad de su forma y las sutilezas de contacto entre los componentes del sistema.

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